¿Como inicié yo?

DE TENER COLA DE SIRENA A TENER PIERNAS

Mi sueño siempre fue ir a las Olimpiadas ¡¡¡Vaya sueño!!!

Recuerdo la vez que me metieron a nadar por primera vez, tenía 4 años y si me preguntas que experiencia tuve... fue horrible, recuerdo que me aventaron un gusano para que pudiera flotar, mientras yo intentaba no ahogarme jaja...

Años después la natación era mi vida, recuerdo que para entrar al equipo del Plan Sexenal (deportivo donde nadaba) tuve que hacer distintas pruebas, nadar dorso, pecho, crol, etc.. y que creen si me acepto el entrenador.

A partir de eso mi vida era, escuela, nadar y dormir. Cabe mencionar que en esta etapa de mi vida yo ya iba al Nutriólogo y a aparte entrenaba mucho, mis padres me exigieron mucho para que yo fuera muy deportista, cosa que en ese entonces no entendía y llegaba el punto en que estaba muy cansada, sin embargo es algo que hoy agradezco infinitamente.

Entrenaba 5 horas aprox, 1 hora corríamos, otra hacíamos fuerza y las restantes nadábamos sin parar. Llegaba el punto en que me hundía al fondo de la alberca y pensaba "esto es para mi"... y si lo fue pero no por mucho tiempo.

Competí en distintos deportivos (la Olímpica fue mi deportivo favorito, era tan grande e imponente), todas las competencias me ponía nerviosa y le pedía a Dios que no se me cayeran los goggles al entrar al agua. Pase a nivel Distrital y fue entonces que llegue a nivel Nacional!!!

Esperen un momento no he dicho que estilo nadaba yo... " era pechista" el mejor y más bello estilo (sino sabes cuál es.. es tipo ranita).

Bueno recuerdo esa competencia de Nacional, realmente era muy importante pasar esa prueba de eso dependía mi pase a los Panamericanos y después ya las Olimpiadas.

Ese día iba más nerviosa de lo normal, comí una barra de chocolate antes de la prueba y le prometí a mi Mamá que ganaría (cabe mencionar que mi Papá trabajaba en Plataformas Marinas, entonces jamas iba a ninguna de mis pruebas, por lo cual mi Mamá siempre me apoyaba en todo... por lo cuál su fe estaba puesta en mi).

¡¡¡Ya era hora!!!

Sara vas... te toca tu prueba de 100 metros pecho. Mi corazón estaba al mil por hora jaja, me dará un paro, pensé. De pronto ya estaba lista, me apreté los goggles, estire un poco los brazos y me subí al banco.

Competidores listos! No se que pensé y poom me aventé al agua y aún no había sonado el disparo (descalificación inmediata)...

Ok, has de estar pensando que no la termine. Bueno, pues si termine la prueba y llegue en segundo pero ya había perdido, mi corazón estaba hecho pedacitos. No olvido la cara de las personas al verme salir del agua (de mi Mamá y mi Entrenador sobretodo).

Después de eso me prometí no volver a hacer una tontería así. Mi entrenador era el más rudo y exigente del planeta (eso pienso hasta la actualidad), pero gracias a el, se nadar increíblemente. Me exigió mucho y yo también lo seguí haciendo.

Hasta aquel día que estaba en mi recamara con mis patines de linea (intentando hacer trucos) jaja, que estaba pensando.

Uno, dos, tres, auch!!! Mi rodilla esta afuera Mamá, grite mucho y la metí de un jalón!!! Más tarde fui a la alberca a comentarle a mi entrenador lo que había sucedido, su respuesta fue: entra a nadar, ya paso.

Inicie desde ese entonces en el gimnasio, pero no sabía nada, una total principiante, haciendo todos los aparatos y nada a la vez.

Continuo pasando el tiempo, está vez ahora en la Preparatoria, meses antes me había metido a Bickram Yoga con mi Mamá, una disciplina para ser muy flexible (cosa que se me daba muy bien, por qué soy una total BARBIE de hule). Estaba en la materia de Educación Física (siempre me ha gustado ser competitiva); amigas quieren ver algo nuevo que aprendí en mi clase de Yoga... Si Sara!!!

De nuevo estaba yo, haciendo otra estupidez, uno, dos, tres, auch!!!!, mi rodilla profesor (de nuevo la metí, porque todos se me quedaban viendo raro, como si fuera una total deformidad).

Seguío pasando lo mismo, yo haciendo tonterías, hasta que cumplí 4 veces de esa primera ocasión. Esa última vez me dijeron en el Doctor, Srita. usted no va a volver a nadar nunca, usted tiene un desgaste por nadar tanto, que sus ligamentos ya no tienen fuerza. Por un momento pensé, este tipo esta loco y después llore sin parar con mi corazón roto.

Mi Mami busco la manera en que no me operarán y me tuvieran que cortar los ligamentos cruzados para que no pasara de nuevo. Me recomendarón Doctores, terapeutas, tronadores de huesos jaja etc, cuando llegue a una clínica de Rehabilitación de Cuba, oh por Dios, mi Doctor estaba guapísimo jaja, iba feliz a terapia. Así pasaron los meses sin caminar y con una férula enorme que cubría toda mi pierna y las personas seguían viéndome raro. Cumpli el año en terapias y lo unico que me dijo fue: ya estas bien y puedes nadar, pero ya no competir, lo que si puedes seguir haciendo es ir al gimnasio a fortalecer...

Bueno, me dije a mi misma, vamos a ver que pasa ahora...

CONTINUARÁ...

Entender cómo ese sentimiento de llevar tu cuerpo al límite nos puede proporcionar un estado de paz interior indescriptible.